En el tracto gastrointestinal es donde se encuentra la llamada microbiota (miles de bacterias que viven contigo), cada vez se le da más importancia y se estudia más su influencia sobre la salud en muy diversos aspectos como el desarrollo de obesidad, la activación del metabolismo y la alteración del sistema inmunológico.
La mayor parte de las enfermedades y alteraciones de la salud que presentamos hoy en día derivan de un problema del sistema inmunológico, en este articulo queremos destacar el papel de nuestra querida microbiota en el desarrollo de alteraciones del Sistema Inmune y las evidencias científicas cada vez más fuertes de su influencia sobre la salud.
En el intestino tenemos diferentes tipos de bacterias donde destacan dos Phylos, las bacteroidetes y las firmicutes (Grill et al. 2006). En menor proporción también encontramos otros tipos como las proteobacteria y actinobacteria. Todas estas viven con nosotros presentándose algunas como más beneficiosas que otras y encontrándose en diferentes proporciones. Podemos tener en el intestino más bacterias beneficiosas o menos, y más bacterias y/o levaduras «no beneficiosas». Esto depende de diferentes factores.
Según los estilos de vida, el tipo de dieta (Turnbaugh et al 2008; Ussar et al 2015 ) y la genética de cada persona se desarrolla un tipo de composición de la microbiota. Existen evidencias científicas que indican que infecciones (Hoffmann et al 2009; Hsiao et al 2014; Ubeda et al 2012) y el tratamiento con antibióticos(Cho 2012; Cox et al 2014; Nobel et al 2015) causan grandes alteraciones de la microbiota, desequilibrándola a favor de las «no beneficiosas» y llevando así a alteraciones de la salud.
Es importante destacar que se ha demostrado que la microbiota dirige la maduración de las células del sistema inmune en diferentes órganos, como es el caso de la medula ósea y el bazo (Honda et el. 2012; Molloy et al. 2012). La alteración de la microbiota esta asociada con enfermedades y alteraciones del sistema inmune, tanto en el intestino como en tejidos externos al tracto intestinal. Esto incluye autoinmunidad (Mathis et al 2012; Kriegel et al 2011;Van Praet et al. 2015), aumento de la susceptibilidad de desarrollar infecciones en diferentes órganos y tejidos(Ubeda et al 2012; Clarke et al. 2014) y por supuesto el desarrollo de inflamación en el intestino(Mathis et al. 2012; Kriegel et al 2011).
Evidencias científicas apuntan a lo siguiente:
1- Se ha demostrado que el equilibrio microbiano influye en el desarrollo de infecciones en el tracto respiratorio. El equilibrio de la microbiota aumenta la resistencia para desarrollar neumonía(Schujit et al 2016). Es más también se demostró que la microbiota aumenta la respuesta innata del sistema inmune para evitar el desarrollo de enfermedades e infecciones en los pulmones(Gauguet et al. 2015).
2- Gracias a un equilibrio microbiano se reduce el desarrollo de inflamaciones sistémicas. La microbiota influye no solo en la producción de células del sistema inmune, sino también en su funcionamiento, se ha demostrado que se optimiza la respuesta inflamatoria con una microbiota equilibrada(Clarke et al. 2010).
Todo esto lleva a pensar que el mantener una microbiota saludable y equilibrada no es «moco de pavo» puede influir en nuestra salud y MUCHO, tanto en niños como adultos sin «síntomas» aparentes, como en personas con inflamaciones y problemas de Sistema Inmune.
Hoy en día es abrumador la cantidad de enfermedades derivadas de alteraciones del sistema inmunológico que aparecen, se incluyen la dermatitis, la artritis, enfermedad de Crohn o colon irritable, las alergias e intolerancias y muchas más. Es increíble pensar que optimizando la microbiota podríamos mejorar la respuesta del sistema inmune y mejorar síntomas, teniendo en cuenta que la microbiota en parte depende de la dieta y los estilos de vida, podríamos elegir correctamente y equilibrar nuestro intestino a favor de las bacterias beneficiosas y así optimizar el sistema inmune para mejorar al máximo nuestra salud.
La nutrición nunca debe ser un hándicap ni en la salud ni en la enfermedad, la ciencia nos ayuda a aprender qué tenemos que tomar y de que manera para optimizar nuestra salud. Nos van a mantener con vida muchos años gracias a la medicina, pero la CALIDAD depende enormemente de nuestras elecciones, apostar por cuidar tu salud a través de la nutrición y el conocimiento siempre es un acierto.
Gracias a todos los que confían en Futurlife y han comprobado por sí mismos que optimizando la nutrición y el equilibrio microbiano mejoran enormemente los síntomas de alteraciones inmunológicas.
Os dejamos algunos testimonios de chicos futurlife que han vivido situaciones parecidas:
Cristina Boscá: https://www.youtube.com/watch?v=dIJPADtl1zQ
Sonsoles: https://www.futurlife21.com/testimonials/sonsoles-25-anos-madrid/
Manu Martín: https://www.futurlife21.com/testimonials/manuel/
Referencias:
Cho I, et al. Antibiotics in early life alter the murine colonic microbiome and adiposity. Nature 2012; 488:621–6.
Cox LM, et al. Altering the intestinal microbiota during a critical developmental win- dow has lasting metabolic consequences. Cell 2014; 158:705–21.
Gauguet S, et al. Intestinal microbiota of mice influences resistance to Staphylococcusaureus pneumonia. Infect Immun 2015; 83:4003–14.
Gill SR, et al. Metagenomic analysis of the human distal gut microbiome. Science 2006; 312:1355–9.
Hoffmann C, et al. Community-wide response of the gut microbiota to enteropatho- genic Citrobacter rodentium infection revealed by deep sequencing. Infect Immun 2009; 77:4668–78.
Hsiao A, et al. Members of the human gut microbiota involved in recovery from Vibrio cholerae infection. Nature 2014; 515:423–6.
Kriegel MA, et al. Naturally transmitted segmented filamentous bacteria segregate with diabetes protection in nonobese diabetic mice. Proc Natl Acad Sci USA 2011; 108:11548–53.
Mathis D, Benoist C. The influence of the microbiota on type-1 diabetes: on the thresh- old of a leap forward in our understanding. Immunol Rev 2012; 245:239–49.
Molloy MJ, Bouladoux N, Belkaid Y. Intestinal microbiota: shaping local and systemic immune responses. Semin Immunol 2012; 24:58–66.
Nobel YR, et al. Metabolic and metagenomic outcomes from early-life pulsed antibiotic treatment. Nat Commun 2015; 6:7486.
Schuijt TJ, et al. The gut microbiota plays a protective role in the host defence against pneumococcal pneumonia. Gut 2016; 65:575–83.
Turnbaugh PJ, Backhed F, Fulton L, Gordon JI. Diet-induced obesity is linked to marked but reversible alterations in the mouse distal gut microbiome. Cell Host Microbe 2008; 3:213–23.
Ubeda C, Pamer EG. Antibiotics, microbiota, and immune defense. Trends Immunol 2012; 33:459–66.
Ussar S, et al. Interactions between gut microbiota, host genetics and diet modulate the predisposition to obesity and metabolic syndrome. Cell Metab 2015; 22:516–30.
Van Praet JT, et al. Commensal microbiota influence systemic autoimmune responses. EMBO J 2015; 34:466–74.